Abrí mis ojos ayer, a un mundo en la oscuridad

Con solo la luz de una iglesia que no sabía cómo brillar

Cantaban aleluyas y alzaban sus manos

Sentían en sus almas el poder de Dios

Mil bendiciones recibían diariamente

Mas no amaban a sus prójimos

Grité, Señor, ¿qué vale alabarte si no tengo amor?

No hay alabanza más grande que te pudiera dar

No hay alabanza más pura que sea honesta y real

No hay otro verdadero símbolo de amor

Que no sea darte mi vida entera

Hablamos tanto de amor, de vivir en victoria

De sentir Su divina presencia

Mas nos falla la memoria

Iglesia, recuerdas cómo en tus pecados

Y sin esperanza, Cristo te salvó

Yo te ruego que no olvides Su sacrificio

Fue por todos que Él murió

Y dime, ¿qué vale alabarle si está muerto, muerto tu amor?

Con Su sangre nos compró

Su poder nos transformó

Ahora somos algo nuevo

Somos hijos de Dios

Su amor nos demostró

Y a este mundo nos envió

Para amarlo como Cristo nos amó